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Estrategias básicas de seguridad para niños

https://fotos.perfil.com/2023/01/16/trim/1040/780/se-registran-60-abusos-sexuales-por-semana-a-ninos-ninas-y-adolescentes-1492828.jpg

La protección sexual de la infancia es una obligación conjunta que necesita vigilancia continua de padres, tutores y docentes. En un entorno donde los peligros pueden surgir tanto en el mundo físico como en el virtual, es esencial implementar acciones preventivas que refuercen la seguridad de los menores. Aquí se detallan cinco pautas esenciales para resguardar la integridad de niños y niñas:

1. Promover el respeto hacia los límites del cuerpo

Es fundamental educar a los pequeños sobre su autonomía corporal. No deberían sentirse presionados a dar besos o abrazos si no lo quieren hacer. Esta metodología les enseña que tienen control sobre su cuerpo y que es posible fijar límites personales. Al honrar sus elecciones en momentos diarios, se les da poder para comunicar molestias y rechazar contactos no deseados.

2. Observar cambios en el comportamiento

Estar atentos a alteraciones en la conducta de los menores puede ser clave para detectar situaciones de riesgo. Cambios como retraimiento, agresividad, alteraciones en el sueño o en la alimentación, y disminución del rendimiento escolar pueden indicar que algo no está bien. Una observación cuidadosa y una comunicación abierta permiten intervenir a tiempo y brindar el apoyo necesario.​

3. Supervisar el uso de dispositivos electrónicos

En la era digital, es vital monitorear el acceso de los niños a dispositivos electrónicos. Establecer controles parentales, revisar las aplicaciones utilizadas y dialogar sobre los contenidos que consumen son prácticas recomendadas. Además, es importante educarlos sobre los riesgos en línea, como el contacto con desconocidos y la exposición a material inapropiado, fomentando una navegación segura y responsable.​

4. Mantener una comunicación clara y abierta

Discutir sobre temas de sexualidad desde una etapa infantil, usando un lenguaje apropiado y libre de tabúes, es esencial. Enseñarles que algunas áreas del cuerpo son privadas y que nadie tiene derecho a tocarlas sin su aprobación les da herramientas para identificar y rechazar situaciones incorrectas. Un diálogo sincero y constante refuerza la confianza y facilita que los menores expresen sus preocupaciones.

5. Enseñar a identificar y denunciar situaciones inapropiadas

Es crucial que los menores sepan reconocer conductas inapropiadas y se sientan seguros al informar sobre ellas. Enseñarles que pueden decir «no», alejarse de situaciones que les incomoden y contar con adultos de confianza para expresar sus preocupaciones es esencial. Además, es importante reforzar que no serán culpables ni castigados por hablar sobre experiencias negativas, promoviendo un entorno de apoyo y comprensión.​

Aplicar estas sugerencias ayuda de manera notable a salvaguardar la infancia. La prevención y la formación son instrumentos efectivos para asegurar que los menores se desarrollen en un ambiente seguro y respetuoso, donde su bienestar sea siempre una prioridad.

Por Otilia Adame Luevano

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