Numerosas figuras de la sociedad española se despidieron el jueves de Carlos Goyánez, fallecido repentinamente el miércoles. 79 años en su casa de Marbella. Y además de buenos recuerdos y amigos, también deja detrás un negocio multimillonario que sigue en manos de su segunda esposa, la famosa Carrie Lapick.
El empresario deja dos hijas fruto de su segundo matrimonio con Carrie Lapick. caritina Es la hija mayor y propietaria de Sixsens de Cari Goyanes, una empresa de catering que atiende a la alta sociedad en sus fiestas. Vive una vida tranquila con su marido y sus dos hijos.
Su hermana Carla fue modelo y trabajó los últimos años en una inmobiliaria familiar dedicada a la comercialización de viviendas de lujo. Tiene tres hijos con el empresario Jorge Benguría, con quien se casó en Málaga en 2011.
la empresa inmobiliaria
Carlos Goyantes confió a Carrie Lapic la presidencia de la empresa con la que gestionan el negocio y el patrimonio familiar, según Vanitatis. Se trata de una empresa dedicada principalmente al sector inmobiliario, «que cuenta con un activo total de casi 1,5 millones de euros y registró el año pasado un resultado positivo de 175.000 euros», informó el citado medio.
La empresa fue fundada en 1989 y, como señala Vanitatis, Kari Lapik es la presidenta de la empresa “Se podría decir que el legado familiar ya estaba en sus manos antes de la muerte de su marido, lo que facilitará los procesos de sucesión burocrática. procedimientos de distribución.
De lo contrario, Carlos Goyánez murió sin bienes a su nombre. Posee sólo el 18% de un local comercial situado en el distrito de Goya (Madrid), que comparte con sus hermanos. Ni la casa en la que vivieron Carlos Goyánez y Cary Lapique en Madrid, cerca del Paseo de la Habana, una de las zonas más caras de la capital, ni la casa en Marbella, Villa Guadalmina, donde murió, estaban a su alcance. el momento de su muerte.
Así, «se puede decir que para evitar problemas, los goyanos ya se han repartido la herencia», resume Vanitatis. A esto hay que sumarle que sin roces conocidos en la familia.
Un matrimonio largo y feliz
Hijo de Manuel Goyánez, el famoso productor de cine que descubrió a Marisol, Carlos Goyánez siguió los pasos profesionales de su padre, pero tras trabajar como productor musical, más tarde se dedicó al mercado inmobiliario.
Su primera esposa fue Pepa Flores, con quien se casó en 1969, cuando ambos tenían sólo veinte años. Su matrimonio con la cantante y actriz duró poco y finalmente se separaron tres años después.
Pero en 1975 el empresario se volvió a casar. Y ese será el último. Con la aristócrata Carrie Lapick formaría un matrimonio tan duradero y feliz, ahora repentinamente interrumpido por la inesperada muerte del empresario.