El independentismo quiere “volver a la calle” y al menos a la Asamblea Nacional Catalana (ANC), reclamando los contenedores quemados y las jornadas de violencia de octubre de 2019, cuando por la condena de los líderes del juicio, Barcelona Experimentamos una semana de violencia callejera a un nivel sin precedentes. El recuerdo de 2019 se expresa claramente en el “lugar” con el que el ANC convoca a asistir a la manifestación convocada para el Día del 11-S, una convocatoria reducida en comparación con las masivas jornadas de la fase cumbre del proceso y cada vez más, escenario de enfrentamiento entre las distintas facciones del separatismo. Un mensaje que valida el movimiento de una organización que alguna vez predicó la “revolución de la sonrisa”.
La “mancha” comienza con una imagen de una calle cuyo asfalto está resquebrajado por el fuego, una imagen icónica en Barcelona durante los disturbios de 2019 tras los contenedores quemados en su momento: a ellos habría que sumar 1.044 según la estimación hecha por el Ayuntamiento 358 los más pequeños, 180 botes de basura, así como innumerables semáforos quemados; 3,8 millones en daños y 2.400 metros cuadrados de terreno que tuvieron que ser repavimentados. No se hace mención de los más de 600 heridos, entre ellos 288 agentes de la Policía Nacional y Mossos d'Esquadra.
El anuncio continúa con música épica y una voz en off que habla en nombre de las calles de Cataluña e insta a la ciudadanía a salir de nuevo. Una imagen de un contenedor quemado, una hilera de neumáticos cruzados en una calle y, por si alguien no entendió el contenido del mensaje, una vista de la Vía Layetana, la calle donde se encuentra la comisaría de policía de Barcelona y donde se produjeron la mayoría de enfrentamientos violentos. en otoño de 2019, en lo que se conoció como la “Batalla de Urkinaona”, llamada así por la cercana plaza del mismo nombre.
El anuncio supone un paso más en el movimiento de una entidad que en su momento convocó a importantes actos que alentaron el proceso separatista y que en los últimos años, coincidiendo con la pérdida de apoyo del movimiento, ha tomado un rumbo claramente opuesto al diálogo impulsado por el ERC con socialismo y a la medida de los intereses de Junts.
Este año la convocatoria es general y, además de la ANC, organizan la manifestación y firman el citado anuncio Òmnium Cultural, el Consell de la República, la Asociación de Municipios por la Independencia, el sindicato separatista Intersindical y Ciemen, una plataforma para difundir el secesionismo en el extranjero. También el coordinador del CDR que jugó en los días oscuros del 2019.
Bajo el lema “Volvamos a la calle”, este año el evento se desarrollará simultáneamente en Barcelona, Girona, Tarragona, Lleida y Tortosa, cada una con un lema temático. En el caso de Barcelona, la marcha se desarrollará entre el Arco de Triunfo y la Ciudadela, un modesto lugar de atracción que, debido a su carácter descentralizado y al clima bastante deprimente que vive el movimiento, difícilmente tendrá mucho éxito. . Entre los aspectos pintorescos, la habitual exhibición de merchandising de la ANC, con este año como novedad un sombrero de paja, un guiño a la vestimenta de quienes colaboraron en la fuga de Carles Puigdemont, que lo vistieron de forma coordinada para confundir a los Mossos. . .
Anécdotas aparte, la división, quizás más que cualquier otro año, será protagonista, máxime cuando la ANC se ha dedicado a atacar ferozmente a ERC por su pacto con el PSC. Pese a ello, y en una actitud que algunos críticos calificaron de “masoquista”, el partido no se desmarcó de la marcha y convocó a sus afiliados a participar en todas las manifestaciones independentistas del día 11.