-U06832603076AHt-1024x512@diario_abc.jpeg?w=360&resize=360,240&ssl=1 "Premios Torres&Tierra para Vitoria-Gasteiz, Consum, Guala Cierres Ibérica, la viticultora Eva Carmona y el economista David Lizoain")
El presidente del Parlament, José Rull, ha definido como inaceptable que el informe de los Mossos d'Esquadra sobre la fuga del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont de Barcelona «cuestione la profesionalidad, el rigor de los trabajadores» de la Cámara Catalana.
En declaraciones este viernes, antes de participar en la clausura de la Universitat Catalana d'Estiu (UCE), se ha referido al informe que la policía catalana había remitido al juez del Tribunal Supremo. Pablo Llarena sobre la fuga de Puigdemont el día de la toma de posesión de Salvador Ila como presidente de la Generalitat.
«Hay algunos elementos que simplemente no son ciertos, en otros hay inexactitudes y en otros se entra en territorio inaceptable», argumentó Ruhl, quien aseguró que no era aceptable hacer valoraciones textuales de la posición política de los parlamentarios. .
Ruhl dijo que para él esto es una línea roja: «No quiero permitir que se cruce. No es aceptable emitir juicios sobre su posición política o ideológica. «No es aceptable». El presidente del Parlamento anunció que transmitirá formalmente “esta queja, este desconcierto y esta preocupación por el Gobierno del General.
Consultar el Parlamento
Explicó que la policía catalana había pedido realizar tres controles en el Parlament «y esto es absolutamente inusual, nunca se ha hecho en estas condiciones». Ha añadido que le preguntaron sobre el objetivo exacto de los controles y que no los permitieron hasta que los Mossos explicaron que era para buscar un «artefacto explosivo».
«Tiene mucho sentido, es apropiado y, si esa era la intención, se concedió el permiso». «Sólo para ello», explicó Ruhl, quien criticó lo que considera valoraciones políticas en el informe de los Mossos.
Dijo que había prometido que todos los diputados podrían ejercer sus derechos y que Puigdemont podría entrar en el Parlamento y, una vez dentro, «garantizar su seguridad y por tanto no puede ser detenido».