El representante nacional de Vox, José María Figaredo, acusó a PSOE, PP y CC de “estimular” el efecto del llamamiento “al “enviar un mensaje internacional de que toda África tiene su lugar en España”. El parlamentario asegura que Canarias “no está preparada ni tiene ningún plan” para el aumento de llegadas que se espera en los próximos meses, por lo que “si hoy hay 40.000, pronto serán 400.000”.
Así lo expresó a ABC tras su visita al centro de inmigración de Las Canteras (Tenerife), acompañado del portavoz nacional José Antonio Fuster, establecimiento donde se demuestra que “la situación en las islas es desesperada con las infraestructuras al límite”. “Los centros de inmigración como Las Raíces “están sobrecargados” y “quienes sufren las consecuencias son los vecinos, no los políticos que las cargan”.
Explicó que la población local les transmite “de primera mano su cansancio y desesperación” cuando sufren “una ocupación criminal, y esta inseguridad se ha multiplicado”.
Para el secretario general del grupo parlamentario Vox, PSOE, PP y CC “dan por hecho que quienes penetran rompiendo las fronteras tarde o temprano serán legalizados. Sin más, hace unos meses todos los partidos (incluidos PSOE, PP y Coalición Canaria) votaron a favor de “iniciar trámites para legalizar a 500.000 inmigrantes ilegales”. Para Figaredo, “es lógico, por tanto, que la avalancha aumente”.
Considera que Canarias está “enterrada” por una “invasión migratoria” mientras que “la administración ni siquiera es capaz de garantizar el bienestar de Canarias”. En La Palma “siguen viviendo en barracones, en Lanzarote sufren cortes de agua y luz, en ciudades como La Orotava la ocupación es cotidiana…”
Canarias “al parecer no tiene planes” ya que “de hecho la única exigencia del Gobierno del PP y de Coalición Canaria es enviar inmigrantes ilegales de la isla a la península”, lo que, según afirmó, “sólo aumentará las llegadas”. Si hoy hay 40.000 inmigrantes, “pronto serán 400.000”, subrayó. “La única solución posible” para VOX es “lanzar un mensaje claro: cualquiera que entre en España, violando nuestras fronteras y nuestras leyes, será devuelto a su país”.
Figaredo insistió en que hay que “lanzar un mensaje claro a la inmigración ilegal” de que en España “hay fronteras duras” y que “sólo entrarán aquellos que tengan la documentación en regla y vengan a trabajar e integrarse”.
Como señaló, “eso es lo que la ley simplemente exige que se haga”. España, recordó, “tiene acuerdos con países vecinos para repatriar a sus ciudadanos, pero no se respetan”. En este sentido, nos preguntamos si “quizás deberíamos preguntarle a Mohamed VI por qué”.
Para el diputado, el ejemplo es Italia, donde su colega Giorgia Meloni logró frenar la inmigración de forma “sorprendente”. Si España anuncia “pública, directa y honestamente” que su política migratoria “será estricta, que luchará contra las mafias humanas, la invasión inmigratoria disminuirá sin duda de un día para otro, porque el “efecto llamada” cesará.
El mensaje debería ser “tolerancia cero ante la ilegalidad” y por tanto “la inmigración ilegal está bajando, eso está claro y así debe ser”. Para Vox, hay que “hacer que las fronteras sean realmente útiles” porque los inmigrantes “no vienen a buscar trabajo, vienen a buscar una subvención, a pedir ayuda, es una estafa”, ha denunciado.
En cuanto a los menores, “los que realmente lo son, ya que el 94% de los encuestados eran en realidad adultos”, subrayaron los defensores, “buscar a sus familias y traerlas de vuelta con ellas”.
El PP, Coalición Canaria y el PSOE, subrayó Figaredo, “impulsaron en Canarias el Pacto por la Inmigración, que fue la base de la reforma de la ley de extranjería” al mismo tiempo que “el PP votó en el Congreso el apoyo a la inicio de procedimientos para la legalización de 500.000 inmigrantes ilegales.
Para Vox, esto es una señal de que “el PP coopera activamente en la estrategia migratoria del PSOE, es un partícipe necesario del efecto apelación”.
Fueron estas decisiones del PP las que provocaron la separación de gobiernos con Vox, recordó, porque “colaboran con la política migratoria del PSOE”, una línea roja para la formación de Santiago Abascal.