Sevilla cuenta con un vasto patrimonio religioso de inestimable valor, que incluye obras inaccesibles por estar situadas a gran altura, lo que imposibilita verlas de cerca. Otros pasan desapercibidos por desconocimiento de su existencia o porque no los vemos por las calles durante las procesiones.
Con motivo de la festividad de San Lorenzo, la imagen titular de la parroquia, uno de los templos más importantes de la ciudad, fue exhibida de manera especial en el coro trasero del templo. Esto nos permitió admirar una escultura que se realizó en las últimas semanas en la primera fase, trabajo que consistió en limpieza de superficies y arreglo de la fijación de la imagen.
Se trata de una obra de tamaño natural cuyo autor se desconoce, aunque la obra realizada puede atribuirse a José de Arce. La imagen es venerada en el altar mayor, pero mientras tanto se coloca uno más pequeño, que suele ubicarse cerca de los fieles.
El altar mayor, diseñado por Juan Martínez Montanez en 1632, está presidido por la citada escultura de San Lorenzo, acompañada de relieves que representan su vida y martirio. Debido a la avanzada edad del creador de la imagen, la ejecución del resto de las obras fue vendida a los hermanos Ribas en 1645. El altar fue terminado en 1652.
En el primer cuerpo se representa a San Lorenzo recibiendo los tesoros de la Iglesia de manos del Papa Sixto II y dando limosna a los pobres. Entre ambas escenas se encuentra el conjunto del sagrario y manifiesto, obra de Diego López Bueno en 1616, integrado en la estructura decorada por Francisco Pacheco.